¿En qué consiste una endodoncia?
¿Alguna vez has sentido dolor, hinchazón de encías o sensibilidad a diferentes temperaturas? Estos pueden ser síntomas que requieran realizar una endodoncia. Hoy te contamos un poco más sobre ellas.
Una endodoncia es un tratamiento odontológico que permite salvar la pieza dental mediante la eliminación de la pulpa dental o “nervio”. Este procedimiento consiste en limpiar la raíz de bacterias y sellarla con material inerte.
La principal causa de inflamación de la pulpa dental son las caries muy profundas, ya que provocan la desmineralización del tejido dental y la pérdida de parte de la estructura del diente, lo que deja la pulpa dental desprotegida.
Algunas de las ventajas que suponen realizar un tratamiento de endodoncia son:
- Evita la extracción de un diente natural.
- Evita la halitosis.
- Recupera la masticación sin molestias.
- Evita la movilidad y el desplazamiento de los dientes adyacentes.
Fases de la endodoncia
La intervención es muy sencilla y se lleva a cabo en cinco fases:
- Fase de diagnóstico, donde se decide el tratamiento adecuado para el paciente.
- Aplicación de anestesia local para adormecer la zona.
- Extracción pulpar. Se realiza un agujero en la corona del diente y se accede al nervio para extraer el tejido infectado.
- Sellado. Se lleva a cabo la fase de obturación, donde se limpian los conductos y se sellan.
- Restauración del diente. Normalmente se coloca una corona para proteger y reparar el diente correctamente.
Terminado el procedimiento, se realizará una radiografía para comprobar que todo ha salido de forma adecuada.
Tras el tratamiento, el paciente puede sentir alguna molestia o inflamación, por lo que puede tomar medicamentos antiinflamatorios para calmar el dolor y evitar masticar alimentos muy duros durante los primeros días.
Tipos de endodoncia
Una endodoncia puede ser de distintos tipos, según los conductos radiculares o raíces que posea el diente:
- Unirradicular: se realiza en las piezas dentales con una sola raíz o conducto.
- Birradicular: En piezas dentales que cuentan con dos conductos.
- Multirradicular: En piezas dentales con tres o más conductos.
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